Una de las cosas que más me han sorprendido (que no asombrado), es que muchos de vosotros no reconocéis como vuestras las frases, las palabras que escribisteis en Soul Business y que aparecen aquí. Lo que me gusta de ello, es que os gustan; pero, en general lo que más me llama la atención es que después de leerlas aquí, de forma humilde, como digo, no acabáis de creer que esos comentarios tan brillantes los hayáis hecho. Y me pregunto si sois conscientes de vuestras palabras. Yo sí, y por eso se creó Thinking Souls, porque estoy tan orgulloso de mi blog (ego se llama creo) como de los comentarios que dejáis. La calidad es alta y con eso me vale. El día que no sea así significará, que independientemente de los seguidores, los followers o como se llamen según la red, este blog y el otro perderán parte de su sentido.
Gracias, de verdad, porque como os he dicho, yo me limitó a publicar. Hoy empezamos con Pedja
Me surgen muchos comentarios sobre el amor. No sé si está falsificada la palabra, o si se confunde con otras cosas, si se agota pasado un tiempo o si, a veces, es algo tan valioso que surge en pocas ocasiones. Lo que sí sé es que las cosas que se hacen con amor, con pasión, son únicas, y que tenemos que descubrir qué son esas cosas para cada uno de nosotros,
Hasta que no empecemos a derribar los muros mentales que mucha gente tiene, no podremos seguir derribando los físicos... Los verdaderos muros están en la cabeza y en el corazón...no en la tierra como piensan todos.
Hoy en dia, y con este viento del norte...decir, "no, gracias", tiene un precio exterior obsceno como poco, pero al cambio y en la bolsa de la patria interna, cuando uno apoya la cabeza en la almohada, y en el silencio oscuro de la noche se sonríe a sí mismo y se dice..."con un par"...eso, efectivamente, le podría causar al cuerpo la muerte de gusto casi instantaneamente. Valor y al toro. Es lo que hay.
pd. un paso atras, ni para coger impulso.
Se puede aprender a dirigir, a hablar, a gestionar, autocontrol... pero el carisma no se aprende
Nunca me sentí tan cool y trendy (je, je) como en el viaje que hice a New York paseando por las calles de Manhattan...
Para vergüenza nuestra, parece que todavía no podemos exportar a otros continentes el sentido común.
No sé si es algo "innato" en el ser humano o si nos han enseñado a ser así, pero está claro que lo que "vende" son las malas noticias